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Tomada de: http://bit.ly/vVOYMh |
Doña Leonor
hoy es una mujer de 81 años. Fue compañera sentimental de Fabio Vázquez
Castaño, fundador del ELN y es coetánea del cura Manuel Pérez (q.e.p.d), del también cura
Domingo Laín (q.e.p.d) y otros religiosos que se juntaron en torno a la Declaración de Golconda, hito fundacional de la Teología de la Liberación. Un documento
explosivo esta Declaración, escrita hacia finales de la década del 60 del siglo XX. Varios curas de ese
grupo se hicieron militantes del ELN. Ella también, durante más de 20 años. Por
supuesto no todos los curas que firmaron la declaración de Golconda asumieron
el camino de la “lucha armada”; entre los firmantes estaba Monseñor Gerardo
Valencia Cano, gratamente recordado por las gentes del Litoral Pacífico como un
benefactor de los pobres.
La narración de "La búsqueda" no es objetiva pero tampoco panegírica. En todo momento se respira el
tono íntimo de un relato personal, que explora su sentir y dialoga con las
evidencias que dispone en su trasegar. Se le nota el amor hacia aquellos que
amó en su momento; en lo personal creo que es el relato en el que mejor le va a
Fabio Vázquez Castaño, que está condenado hasta en los documentos oficiales del ELN. A doña Leonor se le nota la entrega a la causa de los pobres, tanto
con el hábito de monja como con el hábito de revolucionaria.
Como
directora del Colegio Marymount, tanto en Bogotá como en Medellín y
Barranquilla, incluso como Regente Regional de la Orden de las hermanas del
Sagrado Corazón de María, fue una innovadora pedagógica radical, hasta el punto
de aliarse con comunistas ateos reconocidos como el maestro German Zabala y
abrir un colegio popular en el barrio Gaitán de Bogotá. El experimento terminó
con el señalamiento de infiltración comunista en el mismísimo Colegio Marymount donde se
educaban hijas de Generales, Ministros y personalidades colombianas; escándalo nacional e internacional!
Leonor Esguerra quiso hacer
obra la Encíclica Populorum Progressio. Y eso la llevó a ser militante
del ELN, pero no tanto por las ideas de esa Encíclica, que ella asumía de
manera radical, sino por las circunstancias que se oponían a la realización de
lo allí planteado.
Ya al final
de su relato y fuera de la pasión de sus años de militancia religiosa o
política, concluye que la revolución de esa Encíclica y la reacción de la
comunidad católica encerrándose en una tradición caduca, se parece mucho a la
reacción del ELN frente la disidencia
política que cuestionaba sus planteamientos. Dos dogmatismos que se resisten a las
transformaciones contemporáneas.
Concluye
asumiendo la necesidad de una revolución de la mujer –frente al patriarcado
que es una institución mucho más antigua que la burguesía-, reconoce la necesidad de
asumir el tema ambiental y declara su entusiasmo por la revolución cultural de internet.
En la actualidad declara su neutralidad activa –que aprende de los indígenas-
trabajando “en pro de la paz porque cuando la guerra se deja escalar al punto
que ha llegado en Colombia, el conflicto se degrada, porque la lógica de destrucción
acaba involucrando indiscriminadamente no solo a los combatientes sino al resto
de la sociedad civil”
Este es un
libro para leer y compartir con todas aquellas interesadas en conocer y
reconocer las iniciativas de cambio social, político y cultural, que hoy por
hoy desbordan las llamadas izquierdas históricas.
Quiero leerlo ya!!!!
ResponderEliminarInteresante mujer..ya habia leido una entrevista que le habian hecho hace poco !
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