viernes, 27 de mayo de 2011

OTRA VEZ LA MISMA VAINA?

El tropelito, vuelve y juega, los trapos en las cabezas, los sonidos de las explosiones, las arengas, los insultos. Los unos se creen revoltosos los otros guardianes del orden. Y de allí no va a más.

El ejercicio del tropel, en términos de sustentación política, no aguanta media razón. Su continuidad está garantizada en la adrenalina juvenil vestida de grandilocuencia crítica y en la incapacidad de la comunidad de darse su propio gobierno.

El déficit de comunidad... cuanto está costando.