FORO Sentido Formativo de la Universidad en el Mundo Contemporáneo

Va quedando más claro que nuestros objetos han cambiado... están cambiando. Las personas que concurrimos al espacio universitario vamos cargadas de experiencias variadas y las tecnologías de la comunicación juegan un papel vital para entender nuestras formas de asumirnos y de configurarnos. De tanto repetirlo se va volviendo un lugar común.

La universidad del Valle no es ajena a esta transformación general de la cultura. Por ahora aparece como un tema de reflexión, con más bien pocas acciones prácticas que asuman estas novedades reportadas.

Es grato constatar que varias experiencias de investigación se ocupan de estudiar el ethos universitario contemporáneo... y en esa medida nuestras referencias se van diversificando. Claro todavía estamos muy pegados al canon establecido en las formas de organización heredadas, pero estas voces sensibles a las variaciones y tendencias nos indican que los otros, los no categorizados, son cada vez más.

Pocos ingenieros y científicos naturales entre el público. Uno solo en el estrado. Terrible constatación, pues el modelo universitario es administrado precisamente por estas mentalidades.

El padre Giraldo estuvo en univalle... se habrá dado cuenta del agite?

Se agitan movimientos en Literatura con el experimento de Novelemsamble y el profe Cortes que fustiga. Con los de-mentes que denuncian y acusan acoso. Con los estudiantes de socio-economía que enterraron simbólicamente el Plan por carencia de intervención social, a escasos días en que esa Facultad propuso un programa de formación en Intervención Social. Los cristianos guevaristas de ingenierías que como ventiladores desparraman nombres de profes y acusaciones de todo tipo en un comunicado.

Interesante y productivo giro de los aconteceres políticos univallunos, que van más allá de las abstractas consignas de Abajo o Muera cualquier cosa. Ocupados como estamos en atender las cotidianas vamos abriendo atención hacia intervenciones que pueden englobar estas situaciones puntuales de convivencia. Por ejemplo la Ley Lleras o la Reforma a la Ley 30.

Lo más curioso del asunto es que el movimiento 15 de mayo de España, que por sus dimensiones resignifica el mayo rebelde y utópico del 68 francés, no aparece en las conversaciones y preocupaciones de la cotidianidad política univalluna. Interesante de seguir esta relación de agitaciones, sobre todo cuando se piensa que entre el mayo francés del 68 y las movilizaciones univallunas del famoso año 71 de univalle, sin internet, demoró cerca de tres años. Sin garantía de continuidad entre estos acontecimientos, por supuesto.

Las teorías de los usos e influencias de la Nube, se ponen a prueba en esta coyuntura. No me cabe duda.

"Ponga atención...": obedezco pero no me mande

Los movimientos de la política tienen muchos bemoles, al suprimir estos matices, al encerrarse en una estrategia, la forma natural que adopta la organización es el Partido, con sus eficiencias y jerarquías, con sus aberraciones y sus potencias.

De tal manera, cuando se pierde el afán de "centralizar compañero", la confluencia de diversas iniciativas abren el espectro de la atención. Cuando una de estas iniciativas reclama para si toda la atención -el tropel por ejemplo- las otras dinámicas giran su sentido -cuando se arreglan las citas en otro espacio-, se abstienen -evacuación-, se involucran -como espectadores o partícipes-, se resisten -la parada de los llamados movimiento blanco-. En el caso concreto del tropel las estadísticas espontáneas muestran que la gran mayoría se abstiene, que muchas iniciativas académicas se reubican -incluso con antelación- o reprograman -con los consabidos costos-, que uno pocos se involucran y 10 o 15 personas se resisten activamente.

"Ponga atención", es un llamado que hace rato dejó de ser un imperativo siquiera hogareño, la escuela no lo usa con sus esfuerzos dirigidos a la seducción. Los medios masivos hacen otro tanto. Obligar la atención queda como un testimonio histórico de una situación, mientras la situación sigue su curso.

En un contexto así focalizar la atención del colectivo de manera continuada, hasta el punto que esta atención se exprese en una acción trascendente -digamos, la constitución por ejemplo-, es un proceso sutil, lento, irregular y hasta caótico al principio, pero con la deriva de los acontecimientos va encarnando una fuerza que dispone órdenes, focos, sentencias y horizontes.

Y en un camino así, la paciencia y la persistencia son las baluartes de quien lo recorre. Cuesta ser ciudadano decía José Saramago. Cuesta dejar la comodidad de lo cotidiano.